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Candidato a caos reptante, con experiencia mínima liándola. Aprendiz de una de las revoluciones económicas más gloriosas, la marginal. Gente de buen parecer que intenta poner a lo cuantitativo en su sitio, bien glorioso y muy importante para todo lo que nos rodea.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El accidente de Marcos Alonso

Esta noticia se resaltó cualitativamente por ser un exfutbolista del Real Madrid, Marcos Alonso, quien desatinó al volante y falló a la hora de calcular intuitivamente las distancias en su espacio de percepción visual en asfalto mojado, bajo el efecto de una ligera melopea (0,45 mg/l en sangre, el equivalente a aproximadamente dos cervezas, suficientes para reaccionar más lentamente). A partir de una tasa de 0,30 en sangre, por ser conductor novel, ya se da positivo, por lo que ahí ya se tuvo que dar un uso más al alcoholímetro. Se justificaban un poco más esos impuestos.



¿Ven este muro? ¿Ven los dos ramos y unos ladrillos de menos? Éstas son las consecuencias de un BMW serie 3 320 (E46) ajeno (era de su abuelo) y un manejo desatinado. No se habrá perdido mucho en el valor del coche (ya estaba bastante amortizado, ahora se vendería por 6.000 - 9.000 euros de segunda mano), aunque se perdió un ítem útil para avalar algún crédito o para circular por la ciudad, contribuyendo de una manera u otra a la economía nacional en forma de parquímetros, seguro, consumo de combustible, etcétera.



Se puede apreciar cómo el coche se sometió, en terreno mojado, a las leyes de la inercia y dos de sus ocupantes sufrieron una transferencia brutal de energía que les causaría el deceso. Sí, fue una chica quien murió, poco después del accidente. Hubo tres heridos más. Las cuatro víctimas se repartieron por tres hospitales. La fallecida, Bárbara, estaba en los 19 años, así que podríamos deducir que nació en 1991 ó 1992 (el accidente ocurrió a principios de mayo del 2011).

Claramente la pirámide demográfica de Madrid (2010) se trastocó, aunque el impacto fuera inferior al 0,005%, afectando aún más a un sector de edad que ha menguado en proporción en las últimas décadas, coincidiendo con una fase tardía de la transición demográfica, la cuarta*. Su pérdida se nota, aunque sea infinitesmal, en esta sociedad. Se han alterado significativamente algunos nexos de interrelación social y se ha creado un sentimento de congoja en sus allegados más próximos que afectará a sus quehaceres diarios.

¿Cómo? La sensación de duelo entre sus seres más queridos se puede expresar de diversas maneras, alterando, entre otras causas, su sistema neuroquímico, afectando así a su estado de ánimo. A su vez, eso también tiene un impacto en el resto de la sociedad (por ejemplo, menor rendimiento laboral o unas interrelaciones con otras marcadas por el suceso).

Y, al parecer, hay más consecuencias cuantificables a raíz del deceso de Bárbara, lo cual nos haría ver que pequeños cambios afectan a una sociedad. Y que la suma de dichos cambios resulta entendible para ver por qué existe un pequeño repunte en la tasa de mortalidad a partir de la pubertad, más pronunciado en hombres.



* Hay que notar que es un agregado a las tres fases tradicionales de la transición demográfica (régimen demográfico antiguo, de transición y moderno) por parte de algunos demógrafos.

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